El sangrado de encías, posible signo de enfermedad sistemática grave
Una limpieza dental insuficiente puede ser la razón por la que aparecen sangrado en encías, pero esta circunstancia podría encerrar daños hepáticos, diabetes o problemas renales.
Si los ojos son el espejo del alma, es tu boca la que puede reflejar muchos de los problemas que se desarrollan en tu cuerpo. De hecho, se podría decir que la boca es la puerta de entrada a tu organismo. Y como antesala, ofrece algunas pistas reveladoras que funcionan como advertencias relacionadas con patologías de los distintos órganos y aparatos que forman el cuerpo humano. Se trata de síntomas y signos que van más allá de sufrir una caries o presentar demasiado sarro entre tus dientes. El mal aliento, las aftas o la sensación de que tus dientes se aflojan se encuentran entre estas señales de alarma. Aunque, en este caso, nos centraremos en el sangrado de las encías, una dolencia que habrás experimentado en alguna ocasión.
Una higiene oral insuficiente
Lo primero que has de saber es que una encía sana no sangra, es firme y de color rosa. Si manchas una manzana al morderla o escupes rojo cuando te enjuagas los dientes, es un síntoma que responde a una inflamación que se llama gingivitis. Una de las causas puedes encontrarla en una higiene inadecuada que permite a la placa bacteriana adherirse sobre los dientes. El tabaquisco o los cambios en las hormonas durante el periodo de gestación también producen gingivitis.
Un cepillado correcto contribuirá a su desaparición. En este sentido, los afectados suelen dejar de cepillar la zona de encía cuando comienza a sangrar. Si abandonamos la limpieza en el área correspondiente, el problema aumentará. Otro consejo es que realices un cepillado interdental con cepillos interproximales y uses adecuadamente el hilo de seda. Si tienes gingivitis o periodontitis que es más grave (piorrea), debes pedir ayuda para tratarlas y frenar la enfermedad.
El estrés, las prótesis mal colocadas…
Los aparatos de ortodoncia fija, las prótesis dentales mal colocadas, la menopausia, el estrés, todos pueden provocar gingivitis. Pero ese sangrado de encías podría suponer el primer signo de una enfermedad sistémica grave.
De hecho, numerosos estudios aseguran que más de medio centenar de estas enfermedades están relacionadas con la gingivitis y la periodontitis.
Podrías sufrir un daño hepático o una leucemia. La disfunción eréctil, los partos prematuros, la artritis reumatoide, las patologías renales, los ictus, el infarto de miocardio o la diabetes también se han asociado a esta situación. Esta última, la diabetes, fue una de las primeras enfermedades que se ligaron a la periodontitis. Además, en este caso, la relación va en ambas direcciones, pues, si eres diabético, contarás con más opciones de desarrollar periodontitis; y con esta, los niveles de glucosa empeoran.
Como ves, el sangrado de las encías es un mal que no debes dejar pasar por alto, pues puede encerrar otros problemas más graves para tu salud. No permitas que esta molestia aumente y ponle freno antes de que resulte demasiado tarde. Presta atención a tu boca cada vez que te cepilles, pues tu boca te cuenta más de lo que imaginas.
En nuestras clínicas dentales siempre te ayudamos a curar y prevenir el sangrado gingival con la aplicación de los tratamientos más adecuados y hechos a tu medida. Recuerda: todo empieza en la boca.
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